El mayor problema de Salvajes es que su premisa es demasiado surrealista como para poder tomarte nada de la película en serio. Y lo mejor es que tampoco ella misma se toma muy en serio. Si entras al trapo con su absurda y alocada historia gangsteril playera, tienes diversión asegurada.

Oliver Stone no es que sea de mis directores predilectos, pero he de reconocerle en este caso que ha sabido dar el enfoque perfecto visual al guión y personajes que tenía entre manos. Como si hubiese sabido aprovechar los mejores elementos visuales del cine de Michael Bay y Tony Scott. Aunque sin duda su fotografía es lo más interesante, el montaje y la realización son muy correctas y consiguen imbuir a la película con un frenesí acorde a la historia.

El reparto villanesco está genial, especialmente del Toro y Travolta. El trio protagonista es menos interesante pero lo cierto es que encanjan muy bien con los típicos chicos playeros californianos descerebrados...aunque no creo que haya sido algo muy intencional.

A pesar de su alocado e irrisorio guión, Salvajes es una experiencia interesante, entretenida y muy palomitera.