Uno de los slashers más clásicos surgidos a la sombra de lo que fue la primera Viernes 13, y se agradece la inclusión de ciertos elementos que la separan de la susodicha. Sin embargo por sí sola no se sostiene tan bien, y ni el trabajo de Tom Savini la salva de cierta mediocridad. Es al menos interesante ver algunos actores que con el tiempo tendrían cierta fama (sin llegar la nivel de Kevin Bacon, por supuesto) y lo cierto es que en gran medida las interpretaciones de los más jóvenes de la cinta es más que correcta.