Todo un clásico del cine de terror que sirvió como precursora de lo que luego sería Halloween y por ende todos los slashers que la siguieron. Lo que diferencia a Navidades Negras de otras películas de coetáneas es sobretodo lo bien que se mantiene con el paso del tiempo. Sus interpretaciones son sólidas, el guión está muy estructurado y es original e interesante, la tensión está manejada de forma brillante (especialmente gracias a esa cámara subjetiva constante y a la ausencia de violencia gráfica, que no implícita). Es además interesante ver ciertas influencias de otras grandes del género como Argento.

Es sin duda una película que sigue siendo tan sólida como lo fue en los 70 y de recomendada visión para los amantes del género.