Mogambo es hoy, una película muy envejecida. Casi toda la historia queda desfasada por el tiempo hasta el punto, que hay escenas que hoy en día pueden generar rubor. Pero Mogambo despierta un sentimiento de nostalgia difícil de apagar.

Sin duda, son las interpretaciones de Clark Gable y Grace Kelly lo mejor de la cinta. Personalmente, Ava Gardner nunca me despertó demasiada admiración en el nivel interpretativo. Aquí tampoco teniendo en cuenta sobre todo, que enfrente tenía a un gran actor y a una de las mejores actrices de todos los tiempos. Aunque su trabajo mejora con el metraje de la cinta hasta el punto de lograr en su final una gran tensión interpretativa, las primeras secuencias que interpreta son realmente malas.
Hay algunos personajes secundarios que despiertan cariño como el capitán del barco o el amigo gordinflón de Gable (enamorado de Gardner).
Pero todo esto deja de existir cuando Grace Kelly sonríe. Ni Julia Roberts ni nadie… como la sonrisa de Grace Nelly.
Es la parte final de la película, donde radica toda la magia del guión y la fuerza de Mogambo. La escena en que los tres están en la tienda y Gable se encuentra borracho es de una tristeza infinita.