Este Caballero oscuro es la mejor película de superhéroes jamás rodada. No tengo ninguna duda de ello. Lo dicen todos esos serios críticos que por supuesto nunca dan su brazo a torcer, no conocen amistades y no se dejan embaucar por grandes sumas de dinero. Ellos lo dicen y yo lo reafirmo. La mejor.

Y es la mejor porque tiene un metraje que en ningún momento se alarga en exceso. ¡Duración exacta, vamos! Si es que todas las películas deberían sobrepasar los 150 minutos de metraje. Lo que pasa es que la gente es muy vaga. Pero mucho, y se piensan que pueden engañarnos dándonos 120 minutejos de nada. Incluso alguno se atreve a realizar algo de tan poquita cosa como una peli de 90 minutos. ¡Madre del señor! La mejor película de superhéroes, vaya que sí. Con su gran historia de 152 minutos que pasan en un suspiro.

Y vamos, que papelón ese de Joker. Con su cara pintadita de polvos de talco. Prodigioso el chaval. Un hacha, Jo, que ganas tengo de verlo en su siguiente película. ¿Cómo, que no puedo? ¿Se ha muerto? ¡Anda la leche! Oye, pues yo creo que es el mejor villano de la historia. Dark Vader a su lado sólo parece un cobrador de frac. Es que lo estás mirando, con sus babitas goteando, con su risilla encolerizada… vamos, que se sale. Nada que ver con el Joker de Nicholson que sobreactuaba un mazo. Este está en su justa medida. ¡Qué papel más complicado de hacer!

¿Y la trama? ¿Qué me decís de la trama? Brutal eh! Nada que ver con una peliculilla de acción. Nada, vamos. Todo pausado, todo mimado. Aquí cada movimiento de nuestro murciélago esta pensado por algún motivo, cada giro, cada vuelo ala delta, cada carrera desenfrenada con coches, motos y bat móviles, cada puñetazo (donde no aparecen esas letras tipo tebeo ¡¡zaaaas!! ¡¡Pufff!! cuando reparte). La historia es apasionante de principio a fin. Nada huele ha visto, una chica heroína, un ricachón que por la noche fantasea con la lycra (perdónenme, que ahora es kevlar), unos malos de aupa, unos polis, unos alcaldes que huelen a malos… ¡Brutal, chicos!