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Drama
Alain Leroy, un francés alcohólico, casado con una americana, está a punto de terminar un tratamiento de desintoxicación en una clínica privada. Antes de enfrentarse de nuevo a la vida cotidiana decide visitar a las personas a las que estuvo vinculado en el pasado. (FILMAFFINITY)
25 de julio de 2011
36 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se dice Alain. Aunque lleve muerto mucho tiempo.
Hay personas que sólo mueren una vez. Otras, en cambio, se pasan muertas media existencia mientras intentan recordar qué es la vida. La vida...
… la sonrisa ancha, los ojos bien abiertos y aquellos años de gloriosa juventud. Juventud eterna, bella, maravillosa, extrema, perenne durante aquellos años. La vida...
que se escapa, incontrolable, fatigosa, dolorosa.
No hay necesidad de amor. Su ausencia puede ser sumatoria, pero jamás será decisiva. Si no hay amor, es porque no hay vida que amar, porque no hay causa que justifique su búsqueda.
¿La amistad? ¿Hablamos de aquellos que siguieron avanzando junto al reloj? ¿Aquellos que con ojos misericordiosos nos observan varados en mitad del camino?
Es el ayer. Es lo que se escapa de las manos; que como el viento jamás podremos retenerlo.
Es el tiempo, como siempre.
<<Mañana...
La vida...
Conmigo no transcurre lo bastante deprisa, así que la acelero. La corrijo.
Mañana me mato.>>
(Alain Leroy)
Hay personas que sólo mueren una vez. Otras, en cambio, se pasan muertas media existencia mientras intentan recordar qué es la vida. La vida...
… la sonrisa ancha, los ojos bien abiertos y aquellos años de gloriosa juventud. Juventud eterna, bella, maravillosa, extrema, perenne durante aquellos años. La vida...
que se escapa, incontrolable, fatigosa, dolorosa.
No hay necesidad de amor. Su ausencia puede ser sumatoria, pero jamás será decisiva. Si no hay amor, es porque no hay vida que amar, porque no hay causa que justifique su búsqueda.
¿La amistad? ¿Hablamos de aquellos que siguieron avanzando junto al reloj? ¿Aquellos que con ojos misericordiosos nos observan varados en mitad del camino?
Es el ayer. Es lo que se escapa de las manos; que como el viento jamás podremos retenerlo.
Es el tiempo, como siempre.
<<Mañana...
La vida...
Conmigo no transcurre lo bastante deprisa, así que la acelero. La corrijo.
Mañana me mato.>>
(Alain Leroy)