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Voto de Chagolate con churros:
9
Western. Drama Narra la historia del más famoso forajido del oeste americano, el carismático e impredecible pistolero Jesse James (Brad Pitt), un bandolero sudista hijo de un predicador. Mientras Jesse planea su próximo gran robo, declara la guerra a sus enemigos, quienes intentan hacerse con la recompensa -y la gloria- que implicaría su captura. Pero la amenaza más importante a su vida puede que venga de aquellos en quienes más confia... (FILMAFFINITY) [+]
16 de noviembre de 2007
28 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acostumbrados a que ciertos directores nos quieran tomar el pelo con aires de grandeza, a que se recurran al lirismo más barroco o a historias cuyas pretensiones pasan por largos metros de celuloide obviando síntesis que agradeceríamos “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford” tenía todos y cada uno de los elementos para ser mi carne de cañón.

Y las luces se apagan y hoy me sumerjo en todo lo dicho arriba, me embauco en una arrolladora y petulante historia de vaqueros. Me quedo quieto, buscando la espuela detrás de mí, acertando a oír que Jesse James está cargando su Colt, imaginando sentir la bala sobre mi pecho. No lo he dicho, pero estoy dentro de la película. Esto me pasa pocas veces. Andrew Dominik me quería tomar el pelo y le ha salido rana porque su vanidad me ha dejado clavado en la butaca. Su estilo portentoso de un director desconocido por mí ha extasiado mi alma. Juegan muchos factores: fuera en la calle tiembla el cielo y la tormenta mojó toda mi ropa mientras llegaba a mi butaca favorita; en la sala casi no hay un alma y yo estoy entregado a este forajido y su enorme cobarde Robert Ford.

A Dominik le debo un trago. Le debo una puesta de sol por llenarme la cabeza de imágenes deslumbrantes, por demostrarme que si se quiere, se pueden cuidar cada uno de los aspectos técnicos y no caer en la soez ni en el exceso extravagante, por dejar para mi almohada un cueto atroz, angustioso, hiriente a sensibilidades cándidas. A Dominik le debo casi tres horas del cine que yo adoro.

Aquí se la juegan todos pensó Dominik. Y nos ha sacado personajes reales, nos ha impactado con adustas y agrietadas miradas, sin artificios, mostrando como el paso de los años y los excesos en la vida marcan las facciones de la gente. Y en esas líneas, se muevan y tiemblan cada uno de los personajes de su historia. Aquí nos la jugamos todos. Y Pitt acepta el reto y deja la belleza para la Jolie, y recrea a su forajido, a su bandido despiadado, a un despojo de hombre asustado de su sombra.

Y se abre el telón, y aparece Casey Affleck y apararece la mejor actuación del 2007. Empieza ahora su carrera. Ahora, cuando nos borda a Robert Ford. Sus dudas y sus caprichos, sus inquietudes y sus sueños. Cuando no hace nada desacertado y todo me parece primoroso.

Jesse James observa su calle, se da la vuelta y mira el cuadro; y a mí se me pone la carne de gallina, me quedo petrificado y con una sonrisa de oreja a oreja. ¡Lo que estoy presenciando! Porque si después de dos horas y media aún puedes sentir algo como lo que siento en ese momento es porque Dominik ha creado una de las mejores escenas del celuloide.

Al “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford” le falta algo para ser perfecta, pero aún estoy pensado que es.
Chagolate con churros
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