Muchos dirían que tras un interesante debut, con esta película su director recurre a una bajada de pantalones de las que escuecen a seguidores. Pero lo cierto es que sin perder la etiqueta de autor, Sean Ellis construye un thriller asfixiante camino del terror psicológico. Para ello consigue crear una atmósfera inquietante donde Ellis deja caer las cosas sin necesidad de explicarlas.

Es creo yo, una empresa completamente complicada, más que nada, porque será un trabajo sin público aparente. No esperen los amantes del cine de terror los continuos sustos porque casi no existe. Así pues, queda “The broken” vagando por un género que no le sienta bien, ya que Ellis, no busca la sorpresa ni siquiera, diría yo, el suspense que suele existir en estas películas. Y quizá aquí es donde más pierde, en la casi ausencia de suspense en parte de su metraje.

Empieza todo con una cita de E. Alan Poe que nos habla del desdoblamiento de personalidad, del maligno que acecha detrás y continúa con unas placas donde se puede apreciar la dextrocardia de un paciente. Es sutil, mucho y quizá por ello el espectador se pierda porque ya están buscando otras cosas que no existen en esta interesante propuesta de Ellis.

Repito. “The Broken” es atmósfera. Y ayuda una estupenda fotografía muy fría, unos planos largos donde la información hay que buscarla y un guión que no admite una trama cerrada. Sí, cabos sueltos, sugerir, ambientación y poca cosa más. Y eso amigos, a mí me basta. Pero incluso cuando en ciertos momentos el guión recurre a ciertos tópicos de este género, el pulso técnico de Ellis los solventa con calidad; porque esta película además, tiene factura.

Luego, creada ya la atmósfera, Ellis no consigue rematar la jugada y la ausencia de suspense como comentaba antes, o de terror si se diera el caso, perjudica seriamente a la cinta. Pero el esfuerzo, lo difícil lo hizo con aparente calma y gran calidad.