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Voto de Chagolate con churros:
8
Drama Lora Meredith (Lana Turner), una actriz viuda en paro, vive con su hija adolescente (Sandra Dee) en Nueva York. Un día, conoce por casualidad a Annie, una mujer negra (Juanita Moore) a la que contrata como sirvienta. Ese mismo día conoce también a Steve (John Gavin), un fotógrafo que se enamora de ella. (FILMAFFINITY)
16 de julio de 2009
31 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé cuántas veces he manifestado que considero al guión como la pieza clave de la película, y aunque aún lo creo, no dejan de aparecer películas donde la calidad del guión es cuanto menos secundaria sin por ello perjudicar a la película. Claro que cuando pasa esto, detrás de la cámara hay cuanto menos, un director del calibre del alemán Douglas Sirk.

“Imitación a la vida” es una historia melosa, casi folletinesca donde es difícil clavar el diente; pero cuando existe un ritmo narrativo tan extraordinario como el de Sirk, cuando observamos una planificación de escenas tan equilibrada, una fotografía tan portentosa y unas actuaciones tan loables, muy malo debe ser la historia para que no disfrutes con la película.

El rey del melodrama ejerce aquí sus cualidades dotando a los personajes de unos ricos matices. Poco a poco, la película entra en una progresión dramática medida con diapasón hasta un estallido al que es imposible resistirse.

Con esta película, Lana Turner se convirtió en precursora al aceptar un tanto por ciento en la recaudación de la película en lugar de un cheque por los servicios prestados. Lora Meredith (Lana Turner) es a una mujer de carácter fuerte y con excesivas ambiciones. Es un personaje alejado de los típicos papeles que Hollywood solía dar a las mujeres pero que eran habituales en los estudios donde Sirk rodaba. No es un papel de diva, no es un personaje de única moral. De hecho, ningún personaje de “Imitación a la vida” esta exento de caer quisquilloso, desagradable o inadaptado para el público. No hay personaje modelo y eso es lo que convierte a esta película en algo maravilloso. Incluso la inolvidable Annie interpretada por Juanita Moore (inconmensurable en su papel) comete el error de ser excesivamente tolerante y sacrificada.

Al final, cada personaje se da cuenta de que en lugar de vivir la vida han cometido el error de soñar, jugar y pensar en vivir la vida; y lo que han obtenido al cabo del tiempo es una imitación de la vida.
Chagolate con churros
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