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España España · Barcelona
Voto de alex:
7
Drama Polonia, 1960. Anna (Agata Trzebuchowska), una novicia huérfana que está a punto de hacerse monja, descubre que tiene un pariente vivo: una hermana de su madre que no quiso hacerse cargo de ella de niña. La madre superiora obliga a Anna a visitarla antes de tomar los hábitos. La tía, una juez desencantada y alcohólica, cuenta a su sobrina que su verdadero nombre es Ida Lebenstein, que es judía y que el trágico destino de su familia se ... [+]
16 de mayo de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Europa del este, años 60, blanco y negro, formato cuadrado, encuadres estáticos, poca acción, poca música, ritmo premioso, largos silencios, una sutil desolación planeando sobre las escenas… Unas características que tienden a provocar el rechazo del gran público, pero que sin embargo atraen irresistiblemente al cinéfilo. Ese individuo que por una curiosa dislocación espacio-temporal acaba de salir de un cine de “arte y ensayo” de los años 60 o 70, con sus gafas negras de montura gruesa, su barbita de intelectual progre de izquierdas y su indispensable libro bajo el brazo. La longitud de su cabello varía según la década en la cual se encuentre. Si es en los 60, más bien corto y peinado. Tirando a largo y con patillas si es en los 70. Junto al cine hay un café; sentado ante una mesa, enciende un cigarrillo. El filme ha estado bien, se dice a si mismo. Un tema comprometido, las huellas de la persecución a los judíos en la Polonia ocupada por el nazismo. Esos encuadres con mucho aire por arriba refuerzan -tal vez a nivel subconsciente- la idiosincrasia de la protagonista, alguien que se proyecta hacia un plano espiritual "elevado" o tal vez hacia ese cielo cristiano metafóricamente ubicado "arriba". Tal vez un poco lenta, pero es lo que requería el tema. En todo caso, mucho más profunda que la mayor parte de las películas comerciales que hacen los yankis. Aunque hay que reconocer que las de Bogart o las de Orson Welles están muy bien. Y también son en formato cuadrado y en blanco y negro, como las de Bresson o las de Dreyer. Cine de verdad. ¡Joder, esto está lleno de humo, no se ve un pimiento! Algún día prohibirán fumar en los cafés, lo veo venir.
alex
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