Al igual que “Seven”, el trabajo más celebrado de Fincher, “Zodiac” supone otra incursión en el fascinante mundo de los asesinos en serie. En esta ocasión, sin embargo, el olvido y la desidia provocados por el transcurrir del tiempo devienen enemigos casi tan formidables como el propio asesino.

A través de todos los años que dura la investigación comprobamos como el mundo va cambiando, incluyendo la ciudad de San Francisco, así como toda la gente relacionada con el caso (policías, periodistas, víctimas). Solo un dibujante empleado en un periódico, teóricamente un “don nadie” desde el punto de vista del conocimiento de los intríngulis policiales del caso, será capaz de persistir en su obsesión por capturar al asesino. Será solo la persistencia y la negativa a olvidar lo que revestirá al que luego se revelará como el protagonista de la historia, de algo parecido a la heroicidad. Pero incluso entonces, la ambigüedad y la incertidumbre de unos hechos ocurridos hace mucho tiempo, -de una realidad que se escurre entre las manos como un azucarillo, en definitiva-, impedirán que el triunfo sea total.

Más allá de su condición de excelente “thriller” policial adscrito al ya prolífico subgénero de asesinos en serie, "Zodiac" nos propone una reflexión sobre la obsesión por tratar de desentrañar una realidad que se revela poliédrica, esquiva, e inaprensible. Una realidad que, más allá de hechos supuestamente empíricos, debe su verdadero estatus a un consenso social fruto -en este caso- de procedimientos policiales o judiciales que también se revelan inciertos.

Huelga decir que la película tiene una factura impecable. Se advierte en la dirección de Fincher la madurez de un pulso que huye de alardes efectistas. La reconstrucción de la época es un autentico prodigio. Su “look” visual desdeña el expresionismo algo artificioso de “Seven”, para entroncar con una fotografía más realista, que nos remite a algunas películas de los setenta, como la propia “Harry el Sucio” (de la que se hace mención en la película), a su vez inspirada, al parecer, en el mismo caso que nos ocupa.

Frente al cine palomitero y adolescente que constituye la mayor parte del cine americano actual, “Zodiac” supone una apuesta por un cine adulto. Y es también, en mi opinión, una de las películas más fascinantes del cine reciente.