El problema con esta película reposada y llena se sensibilidad, es que la vida de la tal Séraphine, aun siendo conmovedora e interesante en algunos aspectos, resulta, a la larga, demasiado sosa y escasa en detalles dramáticos. Aunque lo mismo pasaría si hicieran una peli sobre Picasso: lo único que hizo, prácticamente, fue pintar felizmente a todas horas y copular con sus múltiples amantes, por lo cual una peli sobre él sería presumiblemente bastante aburrida (no he visto aquella interpretada por Anthony Hopkins). Así que propongo que alguien se anime de una vez ha hacer una película sobre el tormentoso Rimbaud y su errante exilio en Eritrea. Un argumento biográfico interesante -al margen de los valores humanos o artísticos del biografíado- requiere de vidas salpicadas con suficientes incidentes dramáticos.