Hacia rutas salvajes es una película basada en hechos reales, esto creo que es lo primero que se debe saber del film. No se puede calificar una historia de comercial, cuando está basada en hechos reales, y cuando el guión se ciñe tanto a contar tan ajustadamente la historia, sin demasiado margen para trastocarla a la manera de Hollywood.

Esta basada en un libro de Jon Krakauer, que por cierto dedicó un buen tiempo a documentarse para asegurarse de que la historia que aquí se cuenta es tal y como ocurrió. Y quizás sea ese el mayor error de la película, ceñirse demasiado a los hechos y no a las motivaciones del protagonista. Creo que debe ser esta la razón, (porque si no es esta no comprendo nada) por la que algunos espectadores la han calificado de superficial, llegando a llamar a Chris McCandless, egoísta, pijo, snob, y superficial.

Ciertamente, he visto como esta película ha sacado lo peor de nuestros pensamientos modernos, capitalistas, y consumistas a la luz. Es curioso como habitualmente la gente que ve esta película no hace siquiera el esfuerzo de entender al personaje y sus motivaciones para hacer lo que hace, saliendo rápidamente al paso enterrando sus inquietudes en lo más profundo de su ser, y alegando que es pueril, insensata, egoísta, superficial y comercial. Creo que es una película que hace reflexionar muy profundamente sobre nuestra forma de vida. Y si tienes miedo de que se tambaleen las patas del sofá en el que estas sentado es mejor que no la veas, así no tendré que venir aquí a leer otra crítica mas sobre la inconsistencia de los ideales de Christopher McCandless.

La recomiendo encarecidamente, y más aun los libros, tanto los que animan al protagonista a iniciar su viaje, como el Krakauer. Eso sí, guardaros antes los prejuicios en algún sitio bien cerrado.