Película que narra tres historias que se desarrollan al mismo tiempo en tres lugares diferentes del mundo, conectadas entre sí de manera inverosímil.

Película con mensaje obvio: muchos de los males del mundo nacen de la falta de comunicación entre la gente y sus diferentes culturas y los prejuicios que todos arrastramos. Filme pretencioso donde los haya, autocomplaciente, repetitivo de una fórmula ya apurada en los dos largos previos de sus realizadores (mucho mejores, o por lo menos originales, en especial 21 gramos). Políticamente correcto hasta la náusea. Ñoño, si si, ñoño. Todos los personajes no paran de hacer estupideces desquiciantes durante toda la película, ganándose a pulso un final apocalíptico/tarantiniano donde no quedara en pie ni el tato!. Y no me hablen, por favor, de la abuela descerebrada: a mi me hace eso con mis hijas y me da igual que sea mujer, anciana, pobre, analfabeta, de otro país, otra cultura, etc. a esa tía le abro el tiesto de un porrazo a pesar de tanto handicap y topicazo políticamente correcto. No se puede ser tan imbécil sin acabar pagando un precio por ello.

Formalmente es buena, aunque para mi gusto la factura es tan efectista como el guión, especialmente la música tan obviamente destinada a conmover los corazones.

Los actores están bien, si, pero, ¿como decirlo?, me resulta imposible simpatizar con unos personajes tan estúpidos.

Discrepo de la mayoría que encumbra a esta película a los altares. Esta claro que yo no formaba parte del publico objetivo al que se dirigía este film. Un producto que parece creado para la Crítica, conscientemente realizado para recibir muchos premios por esos mundos babelianos, y justamente relegado en la bendita noche de los oscars, donde por una vez a alguien lo pusieron en su lugar.