Ha dicho mi mujer. La verdad es que esta película hace 70 años la hubiesen protagonizado Katharine Hepburn y Cary Grant y nos hubiésemos quedado tan tranquilos. Podría ser una historia verdadera: ¿quién no ha pensado alguna vez que Neymar tiene unos rasgos femeninos? Ese "Jr" que se pone en la camiseta puede ser de Jennifer. El caso es que las mujeres merecen poder jugar al fútbol con los hombres. ¿Por qué puede jugar Piatti y no una señora con el físico de Venus Williams? Vamos, como si hiciese falta el increíble Hulk para mandar a Valerón al otro barrio de una patada. Es como una conspiración, porque probablemente sea más complicado un "caso Barkero" de apuestas con mujeres de por medio, que parecen más íntegras. Es una frivolidad por mi parte, lo sé, una demagogia. Miren a Ana Mato y sus viajes de Gulliver. Me gusta pensar que las mujeres lo son y que ellas salvarán el mundo. Luego me acuerdo de Cospedal, Sáenz de Santamaría, Aído, Pajín, Rosa Díez... y me dan escalofríos. No digo yo que no sean honradas. Pero tiemblo. La vida está arbitrada por Mateu Lahoz, es decir, no hay árbitro y prevalece la ley de la selva. Por eso quiero pensar que algún día Neymar salga del vestuario y diga "soy mujer" y todos nos quedemos tan tranquilos. Porque vale, tan bueno no es, pero ha llegado a algo. Es mujer, ella lo vale y espero que alguna ponga en su sitio al pesado de Casillas. El Santo da paso a La Virgen de Chamartín. Y olé. ¡Viva el Dépor!