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Voto de consiliummaxi:
10
Bélico Año 1942, en plena Segunda Guerra Mundial en la Isla de Guadalcanal, en el Pacífico. Un grupo de hombres de la compañía de fusileros del ejército americano "C de Charlie" combate contra el ejército japonés por la conquista de una estratégica colina. Este grupo forma parte de las tropas enviadas para relevar a las unidades de infantería de la Marina, agotadas por el combate. (FILMAFFINITY)
9 de junio de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿De donde nace este mal, que enfrenta a hombre contra hombre? ¿Como hallar refugio de este mundo en desmoronamiento, si he perdido el amor que me protegía? Estas son algunas de las preguntas verbalizadas o imaginadas que los miembros de la Compañía C del ejército de los Estados Unidos se hacen a sí mismos mientras tratan de sobrevivir en una exótica y extraña isla frente a un enemigo invisible.

Estamos en plena 2a Guerra Mundial y a dicha tropa se le ha encomendado la misión de localizar y destruir las bases y defensas japonesas en Guadalcanal, una isla peligrosamente cercana a la costa norte de Australia. A lo largo de la película, seguimos a los soldados en su lucha en momentos separados en el tiempo, flotando por encima de ellos mientras escuchamos sus más profundos pensamientos y se nos muestran sus idealizados recuerdos.

La unión de pausadas escenas de diálogo o de monólogos interiores con trepidantes sequencias de terrorífica violencia subraya la tragedia de la vida y la muerte humanas, siempre presente en cada uno de los personajes que lo viven de distinta forma. Estas contrastan igualmente con unas bellísimas imágenes de la fauna y flora isleña, que sirven a la par de metáforas sobre la muerte y del dolor como de fuente de meditación para los propios personajes.

Si se le añaden también las magníficas interpretaciones de todos los actores (vale la pena mencionar especialmente a Nick Nolte y a Jim Caviezel) y la sublime y emocional banda sonora de Hans Zimmer, la obra trasciende el drama épico y se revela como una profunda reflexión de su guionista y director sobre la naturaleza violenta del hombre y de la misma naturaleza, sobre la supervivencia y la muerte, sobre la civilización y el absurdo, etc.

Acabado la película, queda preguntarse: "¿Cuán absurda es toda esta violencia y todo este sufrimiento, cuando, después de todo, es sólo un reflejo de la propia brutalidad de la naturaleza?" La delgada línea roja lanza la cuestión al vacío, como una mera súplica de sus personajes, y no espera respuesta.
consiliummaxi
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