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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
5
Ciencia ficción. Acción En un futuro no muy lejano el boxeo es robótico: en los combates ya no se enfrentan seres humanos, sino robots humanoides, sofisticadas máquinas diseñadas para luchar. Charlie Kenton, un antiguo púgil que casi llegó a alcanzar la gloria, está pasando una mala racha como promotor de combates. Un día, encuentra un viejo robot desechado y, al comprobar que es un gran boxeador, decide entrenarlo. (FILMAFFINITY)
11 de febrero de 2012
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Steven Spielberg, productor de Acero Puro, declaró que inicialmente tuvo reticencias a la hora de involucrarse en esta película, ya que no le atraía la idea de hacer un nuevo Transformers. Posteriormete, tras leer el guión y, efectivamente, producirla, alegó que le enamoró el corazón de la película, el área emocional sobre un hijo y un padre que se reencuentran a si mismos gracias a la ayuda de ese robot boxeador.

Vista la película, esas declaraciones posteriores de Spielberg parece que vinieron dadas por el -seguro- beneficio económico que obtuvo de producir Acero Puro, ya que, efectivamente, la historia del filme es esa, pero otra cosa es que emocione lo más mínimo, o que ese gran conflicto paterno-filial atraviese la pantalla, cosa que claro, no ocurre.

En su lugar encontramos una película muy bien filmada, con una imagen cuidadísima (lo cual es de agradecer, teniendo en cuenta los pocos alicientes que ofrece), grandiosos efectos especiales, y algún diálogo y escena que acompañado por la banda sonora de turno, quiere sonar profundo, importante, sobre la metáfora del boxeador (robótico y humano) que ha sido derrotado pero que busca la redención de lo más importante de su vida: un niño (bastante repelente). Pero claro, el director y sus tres guionistas tampoco dan para mucho más (Doce en Casa, Recién Casados y Norbit son algunas de sus obras maestras...).

No hay que engañarse: Acero Puro no es una buena película (ni de boxeo, ni de ciencia ficción, ni de relaciones humanas), pero es lo suficientemente entretenida como para pasar un rato distraído. Y al margen de ese niño tan repipi, o de la cara de Evangeline Lilly preguntándose qué caray hace por aquí, Hugh Jackman es lo suficientemente buen actor como para crear un personaje atractivo (y con trabajo del acento y todo) de tan poco. Pero la verdad es que al margen de La Fuente de la Vida, The Prestige y poco más, es lo que lleva haciendo en toda una década de carrera. Esperemos que la cosa cambie con la adaptación de Los Miserables...
jaly
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