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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
6
Comedia Un neoyorquino maduro y excéntrico (Larry David) decide abandonar su acomodada vida para llevar una existencia más bohemia. Su relación con una bella joven sureña (Evan Rachel Wood) desembocará en una serie de enredos familiares y sentimentales. (FILMAFFINITY)
14 de octubre de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No soy de los que piensan que Woody Allen está viviendo una alarmante crisis creativa o que recita la frase "cualquier tiempo pasado fue mejor" cada vez que el cineasta presenta una nueva película. Me parece admirable que un director de su edad y su carrera siga trabajando regularmente con creaciones artísticas propias, y que a la vez sea tan fiel a su estilo y a sus intereses. Él sigue definiendo las relaciones afectivas como nadie, pero a la vez las adapta al signo de los tiempos, prueba de lo cual, los grandes actores de cada generación se siguen matando por trabajar con él.

Pero en su vitoreado regreso a Manhattan, el reencuentro se me ha antojado algo frío, rutinario. Como siempre hace Allen, describe una serie de personajes únicos y originales, a la par que teje entre ellos las emociones y los equívocos de las relaciones amorosas. Pero no innova en nada, ni en el argumento, ni en su temática particular, amén de que parece filmada con precipitación y poco cuidado, como con el afán de acabarla en su consabido plazo de un año.

Y esta aventura nihilista, existencialista, y con una oscura y cínica visión del ser humano, es, sin embargo, un sencillo - y algo tópico - canto al amor sea como sea, sin los prejuicios propios de nuestra sociedad (más o menos como en Vicky Cristina Barcelona), y con la libertad total de las decisiones que toman quienes aman.

Y si en parte no me ha acabado de convencer Si la cosa funciona es porque no me acabo de creer a su protagonista, Larry David. Yo no he seguido su fulgurante carrera en la televisión, pero lo que veo en este filme es alguien encantado de conocerse, al que le cuesta escuchar bastante a sus compañeros de reparto, que no concluye sus frases, que no alcanza las emociones necesarias, y que, en definitiva, confía más en los logros anteriores de su carrera que en el trabajo realizado para la presente. Por suerte por ahí están dos actrices tan distintas y tan espléndidas como Patricia Clarkson y Evan Rachel Wood, que además de graciosísimas, están bastante más reales que su coprotagonista.
jaly
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