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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
8
Drama Dublín. Película basada en un relato autobiográfico del pintor y escritor irlandés Christy Brown (1932-1981). Aquejado de parálisis cerebral, gracias a su tenacidad y al incondicional apoyo de su madre, consiguió derribar todas las barreras que impedían su integración en la sociedad. Un conmovedor ejemplo de superación personal y lucha por alcanzar los sueños. (FILMAFFINITY)
23 de enero de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunas personas viven historias que parecen haber nacido para ser contadas por el séptimo arte. Hay en ellas un poder inequívoco de humanidad y de ejemplaridad que va más allá de la mera anécdota. La primera película del laureado Jim Sheridan y primera colaboración también con Daniel Day-Lewis (después llegarían las memorables En el nombre del Padre y The Boxer), cuenta los retazos de una vida marcada por la enfermedad, pero también por el amor inevitable por la vida y la creación.

Christy Brown nace en el seno de una familia humilde de Irlanda, en la dura y aciaga década de los años treinta. Desde niño, padece una parálisis cerebral que le impide mover la mayor parte de su cuerpo, a pesar de que su mente es un auténtico torbellino de afán de comunicación con el mundo, con sus seres queridos y con todos aquellos que no conoce, a través de un imparable empeño por escribir y pintar, aunque sea con su único miembro vivo, su pie izquierdo.

Y con esta historia, y una renuncia total de mitificar e idolatrar a Christy Brown, Sheridan canta un sencillo y directo poema a la vida, al amor por un hijo y por un hermano más allá de las dificultades. Mi pie Izquierdo no es una historia de marginación o pesar; es un verídico retrato de una vida y de una persona, dejando a un lado la complacencia. Se nos cuenta el crecimiento, el aprendizaje y la madurez de Brown como si de cualquier otro chico fuese, con juegos, amigos, peleas, amores, decepciones y victorias.

Y es esa sencilla apuesta, y el extraordinario trabajo de dos actores lo completa el poder de esta humilde película. Brenda Fricker dibuja un sensible y emocionante retrato de esa madre que nunca se rinde y que ansía por encima de todo la felicidad de sus hijos. Y Day-Lewis, aún en sus primeros años de carrera, demuestra que es un actor pleno, pues cuenta todo lo que Sheridan quiere decir con esta película pero a través de un minucioso y exacto trabajo de composición sobre la enfermedad, bajo el cual está todo el arte, la sensibilidad y la humanidad de Christy Brown.
jaly
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