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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
10
Drama Diciembre del año 2004. María (Naomi Watts), Henry (Ewan McGregor) y sus tres hijos pequeños vuelan desde Japón a Tailandia para pasar las vacaciones de Navidad en la playa. Una mañana, mientras se encuentran todos en la piscina del complejo a orillas del mar, un tremendo tsunami destroza el hotel y gran parte de la costa del sudeste asiático. Este desastre cambió para siempre la vida de millones de personas. Esta es sólo la historia de una familia. (FILMAFFINITY) [+]
16 de octubre de 2012
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
No puedo comprender los comentarios negativos que se hacen sobre la -supuesta- excesiva emotividad de Lo Imposible. Probablemente, todas las personas que vivieron este desastre natural, lloraron mucho más que Naomi Watts, Ewan McGregor y sus hijos en esta película. Probablemente, las emociones que vivieron no se pueden ni siquiera llegar a contar. Probablemente, los momentos de verdadera salvación de aquellos que encontraron a sus seres queridos con vida, fueron de una emotividad mayor que cualquier escena con una banda sonora melódica.

Bayona ha optado por una forma de contar el desastre. El cine, se debe poder disfrutar con películas creadas para conmovernos (y no hablo sólo de que lloremos; en la sala donde vi Lo Imposible, un chico vomitó en uno de los momentos más duros y gráficos de la cinta; amigos con los que la vi, tuvieron pesadillas esa noche; y por supuesto, todos lloramos en la proyección...). Bayona no disimula en ningún momento su apuesta, y su apuesta es una tragedia. ¿Podría haberse hecho una película de arte y ensayo sobre semejante desastre? Lo dudo; lo vivido por los supervivientes y aquellos que no lo consiguieron es demasiado universal, apegado a la supervivencia límite, es demasiado doloroso, demasiado turbador, como para obviar esa emoción en la historia.

Dicho esto, pienso que Lo Imposible es una de las mejores películas de catástrofes de la historia, sino la mejor. Bayona planifica cada secuencia con una atención a cada detalle, pero a la vez nunca pierde el foco de la magnitud del caos, de la tragedia. Las secuencias que visualizan el tsunami no es sólo que sean espectaculares, que lo son, sino que consiguen hacerte SENTIR de verdad lo que ocurre. Están tan bien rodadas y planificadas que la mirada del protagonista (mayoritariamente la de Watts y la de Holland) se convierte en la tuya. Jamás vi una película de catástrofes que consiguiera eso.

Es admirable que un director, en un país en el que constantemente se ponen trabas al desarrollo y plasmación del talento, haya conseguido con su segunda película una obra maestra de este tamaño en proporciones y en profundidad. Espero que no le perdamos. Para salvar a la industria, a la cultura, y a toda la gente que vive de esto, necesitamos muchos Bayonas en España.

Porque Lo Imposible no acongoja sólo por la magnitud de su catástrofe, como lo hizo cuando lo vimos a través de todas las televisiones del mundo en su momento. Lo imposible cuenta además con un ramillete de actores en estado de gracia. Probablemente, el mayor reto dramático de la carrera de Ewan McGregor sea este. Naomi Watts, pese a estar acostumbrada a sufrir ante la pantalla, es una fuerza de la naturaleza como actriz. Y los niños están maravillosos. Y Tom Holland conmueve con cada movimiento que realiza. Y las micro-historias de Marta Etura, Geraldine Chaplin o Sönke Möhring son sutiles tentáculos de la devastación, historias gigantescas contadas en apenas unos minutos.

Pero la grandeza de estos actores está en la fuerza, en la dedicación total, en el dolor verdadero que emana de sus interpretaciones. Cuando McGregor se despide de sus hijos o en la llamada en la estación; la profundidad emocional de los niños más pequeños, su compenetración total; y cada segundo de los que Watts y Holland comparten pantalla, testimonio veraz y desgarrador de hasta dónde se puede llegar por sobrevivir por y para los que amamos.

Bayona se fija en detalles, en sonidos, en gestos fugaces, en leves movimientos, en convulsiones provocadas por el dolor, en los ojos de un niño, en la mirada de Watts, en el acelerado estado interior de McGregor... y con eso, consigue contar de la mejor manera posible, una de las mayores tragedias registradas de la humanidad. Lo imposible es una película dolorosa, quién lo va a negar, pero es un prodigio de buen cine y un réquiem lleno de respeto y verdad a todos los que se vieron afectados por aquél devastador tsunami.
jaly
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