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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
10
Intriga. Drama. Thriller. Romance Betty Elms (Naomi Watts), una joven aspirante a actriz, llega a Los Ángeles para convertirse en estrella de cine y se aloja en el apartamento de su tía. Allí conoce a la enigmática Rita (Laura Harring), una mujer que padece amnesia a causa de un accidente sufrido en Mulholland Drive. Las dos juntas deciden investigar quién es Rita y cómo llegó hasta allí. (FILMAFFINITY)
21 de agosto de 2009
19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver Mulholland Dr. es una de las experiencias más memorables que me vivido como amante del séptimo arte. Una película como concepto general puede provocar distintos tipos de emociones, puede marcar o cambiar a una persona, puede convertirse en un referente de un recuerdo o una etapa de una vida, puede olvidarse al primer instante, o hacerse duradera en la memoria de alguien para siempre. Mulholland Dr. puede (o no) provocarle algo de todo eso a cualquiera que la vea, pero hay algo inaudito en ella, algo de lo que no cualquier filme puede presumir. Asistir a una proyección de Mulholland Dr. supone convertirse en parte de la misma, meterse en su oscura atmósfera, debido a la inevitable sensación de choque que provoca en el cerebro, a la necesidad de pensar y calibrar lo que hemos visto. La película que pasa ante nuestros ojos es mucho más que rollos de celuloide, es un rompecabezas humano en el que nosotros, espectadores activos, tenemos que tomar partido; pues solo aunando sus complejas piezas se llega a la hondura y la profunda humanidad de su historia.

Una historia muy simple, o muy compleja, según se mire, sobre los abyectos caminos de la psique humana, sobre la pérdida y la obsesión, sobre los sueños rotos irrecuperables, sobre el amor no correspondido y el dolor incesante que provoca aquello que no podemos tener, querer atrapar algo y que se escape de nuestras manos, creando corrientes emocionales confusas y severas, capaces de llevar nuestro quebradizo corazón a la más dolorosa de las pesadillas.

David Lynch crea aquí la que para mí es la más rotunda de sus obras maestras, un filme complejo y crudo con el que juega con los espectadores, sometiéndonos a confusiones y callejones sin salida, a conclusiones precipitadas y revelaciones argumentales disfrazadas de intrascendencia. La historia “real” de Mulholland Dr. sucede a lo largo de unos minutos, el resto, es el descenso a la locura. Pero, ¿puede ser una pesadilla incluso mejor que alguna clase de vida?

Lynch combina su intrincado eje argumental con una de las bandas sonoras más bellas de Badalamenti, su compositor habitual, a la vez que abre las puertas de Hollywood a Naomi Watts; unas puertas que siempre deberán quedar abiertas para esta superlativa actriz, poseedora en esta película de unos planos que denotan su feroz poder interpretativo, a través de unos ojos que dibujan como el mejor pintor unas líneas de pensamiento claras como el agua. La actriz, en un valiente salto al vacío, entrega su cuerpo y su alma a la atormentada historia de este visionario director, capaz de filmar con su cámara las emociones más puras y soterradas del ser humano, capaz de transmitir verdadero pavor con apenas unas notas y un leve movimiento de cámara, y capaz, tras cien años de cine, de innovar.
jaly
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