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España España · Getxo (Bizkaia)
Voto de Rober:
7
Drama Mientras su familia se reúne para celebrar su cumpleaños, el periodista Alexander se siente angustiado por la desoladora falta de espiritualidad que caracteriza al mundo contemporáneo. Sus peores temores se confirman cuando, durante la fiesta, llega la noticia de un inminente conflicto nuclear: la Tercera Guerra Mundial. El final, definitivo e irreversible, está cerca. En ese momento están con él su angustiada esposa, sus dos hijos, un ... [+]
25 de noviembre de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El venerado director ruso Andrei Tarkovski solo hizó 8 largometrajes. Murió a los 54 años. Cine para minorías, carne para cinéfilos, material para cine forums, muchas páginas en revistas especializadas.. "No he entendido nada" dice el muchacho que sale del cine. El cinéfilo de la cuadrilla se da ciertas ínfulas y con palabras algo rebuscadas, algo explica.
Dos son las caraterísticas fundamentales que se repiten en todas las películas del director:
- Larguísimos planos secuencia (repetímos: larguísimos) en los que con lentos movimientos de cámara se no presenta la belleza, belleza ligada al argumento a veces, belleza pura, otras veces. Algunas secuencias mantienen conversaciones dentro de plano, otras fuera de plano; y otras, las más, no cobijan conversación alguna, si acaso los ruidos de la naturaleza, el viento y sobre el agua, esos riachuelos que fluyen mansa y relajadamente. Parece que Tarkovsky nos invita a hacer un alto en el camino y a dejarnos llevar por los sentimientos más puros y extraños, a la vez.
- Argumentos cargados de simbologías, rebuscados, introspectivos, aparentemente incoherentres, que nos cuentan historias del alma, nunca o casi nunca, del cuerpo.
Stanley Kubrick, a una cierta distancia, podría ser el parangon de la primera característica. Ingmar Bergman, a menos distancia puede ser el parangon de la segunda caractersítica.
Pero, en realidad Tarkovsky no se asdcribió a ninguna corriente cinemátográfica. Opuesto a los cánones de la narrativa tradicional, vagó solo por mundo, buscando sobre todo, esa espectacular belleza relajada, esa grandiosidad de imágenes, esas manifestaciones cuasi ininteligibles relacionadas con la existencia humana, esa simbología que empapa todas sus películas de principio a fin.
SACRIFICIO, su último film, es fiel a todo lo expresado. Los personajes se hacen preguntas, continuamente, sobre el porqué de las cosas, sobre una supuesta Ley Universal perfecta, el poder de la voluntad...Y transmiten un evidente pesimismo por la civilización. Es especialmente entrañable cuando el padre le cuenta al hijo cómo habían encontrado aquel paraje perdido para instalarse y vivir. " Veníamos por aquí en coche tu madre y yo, llovía; y de pronto cesó y salió el sol. En ese momento supimos que este era nuestro sitio para siempre". En otro momento, el protagonista Alexander se pregunta si su vida ha sido un fracaso; y se contesta que no, que ha tenido un hijo que tiene ese maravilloso hijo.
Como hemos dicho los simpolismos en imagenes y palabras son la esencia de la pielícula. Un de las mejores escenas es aquella en la que la señora de la casa le manda a la criada que despierte al niño; y esta se niega. Parece que mientras pueda, le quiere evitar los horrores de la vida, de la guerra.
Dejamos para el final los personajes de Otto, extraño hilo conductor de todo el relato; y de la bruja María, que haciendo el amor con Alexander, le redime; y luego este redime al mundo quemando su propia casa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Rober
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