Esta segunda parte tiene cosas buenas, como las escenas de los hombres lobos, y la fotografía.
La historia sigue... pero le falta un poco de condimento para dejar buen sabor de boca.
El romanticismo de la primera, que es lo más bonito, se extraña como tal en esta segunda parte.
Bueno, la pobre Bella parece estar jugando a la oca en este baile de monstruitos. Pasa de las manos de un vampiro con cuerpo de merluza a las de un lobito con cuerpo de toro...
En fin, menos bonita que la primera, un poco cruel, pero a pesar de todo entretenida.