Esta película sigue con el ritmo de las últimas entregas.
Para mí no es la mejor de ellas pero tampoco se queda atrás.
Continúan las machotadas, las fantasmadas, los golpes, los tiros, las explosiones y ahora con pelea de gatas incluída. ¡Qué más puede pedir un fan de Fast&Furious!
Cierto, se les va la olla cada vez más a esta peña. Pero desde luego coches no faltan, y acción a tope en la autopista de Canarias. Lo del tanque y la posterior escena del avión... en fin. Esas escenas como espectáculo son notable y no creo que nadie vaya engañado ya a ver una de estas.
Seguimos a todo gas y esperando la séptima entrega.