Un día cualquiera voy a Carrefour, me paro a ojear el estante de DVDs de oferta y me encuentro con ésta. "¿Michael Douglas? ¿1992? ¡Anda! Ésta no la he visto!" Y para el carro.
Da gusto cuando te encuentras este tipo de pelis que de otra manera no hubieras visto a no ser que tengas un amigo muy friki que te la recomiende por 'x' motivos.
Si se juntan Michael Douglas y Robert Duvall de protagonistas, la cosa no puede ir mal.
En este caso no sólo ha ido bien, sino que estamos ante una gran película, dirigida por el conocido Joel Schumacher, en la que un ejecutivo de aspecto y actitud tranquila nos sorprende con sus violentas reacciones.
Buen retrato de la gente, que abrumada por el ritmo de esta sociedad decadente, explota con sus correspondientes reacciones de ira. Y si es un buen retrato de la gente en general, más fiel lo es de los estadounidenses en particular. Pues ya poco nos sorprende cuando vemos otra noticia más en la que se nos cuenta que tal paisando cogió su escopeta y se cargó al vecino del perrito o a la camarera de la tasca su pueblo.
Buena película. Grande R. Duvall. Enorme M. Douglas.