A veces resulta complicado valorar una comedia. Quiero decir, quizá sea el género más dado a la subjetividad dentro del cine, porque precisamente el humor es uno de los elementos más subjetivos del ser humano y lo que a alguien puede hacerle partirse de risa a otra persona puede no sacarle ni una sonrisa forzada. Si a eso le añades que la comedia esté rodada en los años 40, teniendo en cuenta todo lo que han cambiado las cosas (incluido el humor), la ecuación se dificulta aún más.

Aun así y siendo sincero, dentro de la individualidad humorística de cada uno, "Arsénico por compasión" es una comedia magnífica. Con un ritmo endiablado, un humor ácido sorprendente y un elenco de actores muy destacable, Capra transforma lo que originalmente era una obra de teatro en una cinta divertida y bulliciosa.

Una de sus grandes bazas es la peculiaridad de su humor. Funciona perfectamente esta combinación entre un humor negro muy efectivo, con constantes referencias y chistes sobre la muerte, asesinatos o enfermedades mentales y un humor absurdo (en el buen sentido) del que te sorprende y te arranca una carcajada al unísono. Esto ya sería interesante hoy día, pero si lo trasladamos al año 1944, donde no era precisamente el tipo de comedia más común y popular, da una visión aún más clara sobre su gran valor.

También usa con maestría la ironía, lo cual queda patente desde el inicio en el que Mortimer, el personaje de Cary Grant, se dispone a casarse a pesar de ser un acérrimo defensor de que el matrimonio es una patraña en multitud de libros. Pero el punto álgido de esta cuestión se da en cierta escena en la que el protagonista es asaltado y atado a una silla, en la que el director realiza una autoparodia de ese tipo de escenas durante su transcurso. Una auténtica genialidad.

Leo con cierta mezcla de incredulidad y vergúenza ajena críticas a la actuación de Cary Grant tachándola de bochornosa, sobreactuada, "precursora de Jim Carrey" (por las marcadas expresiones) y algún que otro adjetivo más no muy positivo. Bueno... digamos que poniendo un poco en contexto esta actuación (época, la naturaleza teatral de la historia...) se entiende perfectamente su acentuada e incluso histriónica interpretación.

Aparte del propio Cary como protagonista, en "Arsénico por compasión" los secundarios juegan un papel importantísimo y además cumplen con creces con ello. Mención especial a las tías Martha y Abby, que en su extraño delirio dejan algunos de los momentos más divertidos de la cinta intentando justificar lo injustificable (y sin darse cuenta de ello). Sin olvidar tampoco al "presidente" Teddy, a Jonathan en su papel de hermano delincuente o a Peter Lorre en la piel del Dr. Einstein.