Las historias de amor no siguen un patrón establecido. Suceden, a veces, a destiempo; cuando uno de los corazones va con el paso cambiado, o el miedo de una de las partes consigue petrificar los sentimientos.
Así lo ve y nos lo cuenta Sautet en este relato sincero de sólidas amistades carcomidas por un falso desamor; tan efectivo en sus destructivos resultados como el aborrecimiento y la desgana.

Simular, como el luthier Stéphane de nuestra película, que somos inmunes al enamoramiento, puede desencadenar en nuestro entorno torbellinos de imposible control que acabarán situándonos en el ojo del huracán, haciéndonos perder lo que habíamos ganado y, esto es lo peor, aquello que estábamos a punto de conseguir.