Alexandre es el prototipo de existencialista con pico de oro, teorías para regalar, obsceno narcisismo, egoísta militante y.... en fin, un increíble ejemplar de parásito profesional.
Corren por París los años posteriores al Mayo del 68 y los individuos como nuestro protagonista dilapidan la credibilidad de los jóvenes revolucionarios viviendo de las mujeres y haciendo bandera de la pereza, la abulia y el estatismo.

La manera de contar de Jean Eustache nos traslada, de manera muy creíble, a un mundo que aunque libertario vive enclaustrado en los inconvenientes del amor; en este caso del amor que son capaces de ofrecer dos mujeres a un ser inanimado y de invisibles méritos.

Difícil diferenciar realidad y ficción por las espléndidas interpretaciones, sublime la de Jean-Pierre Léaud, y por el callejeo documental de unas "rues" parisinas que, cinco años después del sincero estallido, han vuelto a ocultar el mar bajo los adoquines.