Una comedia negra que nace de un hecho luctuoso. Un punto de partida que si bien no es demasiado original, siempre es bastante efectivo tanto para el narrador como para el receptor.

Los enredos provocados por las verdades a medias y las mentiras piadosas suelen convertirse en bolas que ruedan, aumentando de tamaño y arrastrando a su paso cuanto se haya en zonas limítrofes. Si a esto le añadimos el estrés post traumático de un hombre torturado por la mala conciencia, un hijo acomplejado entre un padre dominante y una mujer caprichosa y una secta de listos dispuestos a rentabilizar la locura transitoria de los dolientes, nos encontraremos con una cascada de situaciones chuscas e hilarantes.

Pero Bashtata (The Father), enmarcada en la Sección Oficial de la Seminci del 2019, es algo más que un discurrir de despropósitos más o menos graciosos, es el reencuentro entre dos seres (Vasil y Pavel) que habían espaciado las visitas y habían enfriado los afectos. La muerte inesperada de la madre les obligará primero a los protocolos obligados e inmediatamente a la ruptura violenta de los mismos, hasta llegar a niveles desconocidos de empatía.
Más atenuada, casi anecdótica, queda la crítica sobre la situación del país: corrupción, desgana en el funcionariado, añoranzas y restricciones alimentarias.

Habilidad de los guionistas (los propios realizadores búlgaros) al concertar de forma casual en la mermelada de membrillo con geranio momentos interesantes de la trama. Es digno destacar también la sólida interpretación de los dos actores protagonistas (Ivan Barnev, Ivan Savov).