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Voto de Sinhué:
8
7,7
4.187
29 de abril de 2010
16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paris, bajos fondos podría haberse titulado perfectamente: Cosas que pasan. Es tan real como cualquier novela de los novelistas franceses que engrandecieron el género:Balzac, Stendhal, Emile Zola, Victor Hugo...Es la vida y las circunstancias que rodean a un humilde carpintero redimido y a su enamorada, una hermosa prostituta que decide dejar de serlo. Todo transcurre con una naturalidad y una inevitabilidad asombrosas, imparable el destino para los pobres que se atreven a ser libres y dueños de sus vidas.
El gran director francés, que murió a los 54 años, encontró a pie de calle un hervidero de vividores: hampones, policías corruptos, putas, traidores....en el que también tenían cabida los buenos sentimientos: la amistad, el amor, la dignidad....Todo en clave de ley natural que a veces choca con las leyes de los hombres, capaces de convertir en delincuentes a quienes se ven abocados a defenderse. También el amor se niega a las mujeres que un día lo regalaron.
La ambientación te traslada fácilmente a lo que debió ser el París periférico de 1900, donde transcurre el suceso. El magnetismo de Simone Signoret justifica plenamente el enfrentamiento animal de los hombres, a los que el honor exige deuda de sangre. Buenas interpretaciones, sobresaliendo, además de la ya mencionada Simone Signoret, el hábil y nada escrupuloso jefe hampón.
El gran director francés, que murió a los 54 años, encontró a pie de calle un hervidero de vividores: hampones, policías corruptos, putas, traidores....en el que también tenían cabida los buenos sentimientos: la amistad, el amor, la dignidad....Todo en clave de ley natural que a veces choca con las leyes de los hombres, capaces de convertir en delincuentes a quienes se ven abocados a defenderse. También el amor se niega a las mujeres que un día lo regalaron.
La ambientación te traslada fácilmente a lo que debió ser el París periférico de 1900, donde transcurre el suceso. El magnetismo de Simone Signoret justifica plenamente el enfrentamiento animal de los hombres, a los que el honor exige deuda de sangre. Buenas interpretaciones, sobresaliendo, además de la ya mencionada Simone Signoret, el hábil y nada escrupuloso jefe hampón.