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Voto de Sinhué:
7
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Drama
Negar (Negar Shaghaghi) y Ashkan (Ashkan Koshanejad) son dos intérpretes de música indie cuya máxima ambición es grabar un disco, dar un concierto y conseguir pasaportes para abandonar Irán. (FILMAFFINITY)
16 de septiembre de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El poder, desde tiempos inmemoriales, rechaza todo aquello que no puede controlar o manipular. De ahí que las artes libres, en este caso la música, no sean santo de la devoción de quienes mandan: demasiado libres de espíritu quienes crean a partir de las siete notas como para facilitarles las cosas y el movimiento, demasiado peligrosos aquellos que maquinan letras y ritmos; ¡caiga sobre ellos la mayor de las represiones!
Cuando líneas arriba me he referido al poder, también incluía la religión, ese ponzoñoso tentáculo, a veces; columna vertebral, en otras ocasiones, del omnímodo monstruo totalitario o globalizador. Los jóvenes, a no ser que se traguen sus principios rebeldes, lo tienen mal en cualquier parte (¡que se lo pregunten a la legión de parados españoles!); pero los iraníes, oprimidos por gobiernos con rosario, necesitan, para poder respirar, correr en la noche zigzagueando campos de minas.
Bahman Ghobadi, que alcanzara el punto de la excelencia con "Las tortugas también vuelan", nos lleva en moto por las calles de Teherán para descubrirnos nidos de resistencia intelectual; como ya lo hiciera en su día Benito Zambrano con "Habana Blues"; aunque es preciso reseñar mayor idealismo en los gatos persas, que en los buenos músicos cubanos sedientos de reconocimiento internacional.
Cuando líneas arriba me he referido al poder, también incluía la religión, ese ponzoñoso tentáculo, a veces; columna vertebral, en otras ocasiones, del omnímodo monstruo totalitario o globalizador. Los jóvenes, a no ser que se traguen sus principios rebeldes, lo tienen mal en cualquier parte (¡que se lo pregunten a la legión de parados españoles!); pero los iraníes, oprimidos por gobiernos con rosario, necesitan, para poder respirar, correr en la noche zigzagueando campos de minas.
Bahman Ghobadi, que alcanzara el punto de la excelencia con "Las tortugas también vuelan", nos lleva en moto por las calles de Teherán para descubrirnos nidos de resistencia intelectual; como ya lo hiciera en su día Benito Zambrano con "Habana Blues"; aunque es preciso reseñar mayor idealismo en los gatos persas, que en los buenos músicos cubanos sedientos de reconocimiento internacional.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Sin tanta carga épica, no me resisto a reivindicar a los chavales de cualquier pueblo de España que no disponen de lugar alguno para ensayo y son perseguidos por ruidosos. También rompo una lanza por los músicos callejeros a quienes se les está empezando a aplicar aquella vieja ley de Franco, la que servía para todo, sí, la de "vagos y maleantes"