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Voto de Sinhué:
8
6,3
705
Drama
Ambientada en Chechenia. Cuando Aleksandra Nikolaevna (Galina Vishnevskaya) va a pasar algunos días con su nieto, uno de los mejores oficiales de su regimiento. descubre un nuevo mundo, un mundo de hombres en el que no hay lugar para los sentimientos. Lo que está presente en todo momento es la lucha entre la vida y la muerte. (FILMAFFINITY)
9 de mayo de 2009
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aleksandra es una película con un alto sentido alegórico, simbólico y onírico. Y aún así, curiosamente, es de un realismo impactante.La fotografía quemada y asfixiante del propio director y su peculiar banda sonora, nos hacen sentir próximos: la incomodidad, el sudor, el polvo y los ruidos de la guerra en el campamento ruso.
La abuela Aleksandra quiere saber personalmente qué está pasando. Quiere recopilar información, conocer el "trabajo" de su nieto y los demás soldados. Un ejército regular en un campo de batalla sin enemigos visibles.
Nadie da respuestas a la curiosidad de la anciana. No existen las respuestas. ¡Todo es tan absurdo!. Los jóvenes militares dan vueltas por el campamento, perdidos, cansados, esperando ordenes y sumidos en la confusión. Se acercan a Aleksandra buscando calidez, como perritos desvalidos. Limosnean migajas de humanidad.
Como siempre, demasiadas víctimas para que alguien pueda cantar victoria. La Madre Rusia, abochornada e impotente, vuelve a la soledad y a la paz hipócrita. Chechenia se desangra. Nadie se alegra.
La abuela Aleksandra quiere saber personalmente qué está pasando. Quiere recopilar información, conocer el "trabajo" de su nieto y los demás soldados. Un ejército regular en un campo de batalla sin enemigos visibles.
Nadie da respuestas a la curiosidad de la anciana. No existen las respuestas. ¡Todo es tan absurdo!. Los jóvenes militares dan vueltas por el campamento, perdidos, cansados, esperando ordenes y sumidos en la confusión. Se acercan a Aleksandra buscando calidez, como perritos desvalidos. Limosnean migajas de humanidad.
Como siempre, demasiadas víctimas para que alguien pueda cantar victoria. La Madre Rusia, abochornada e impotente, vuelve a la soledad y a la paz hipócrita. Chechenia se desangra. Nadie se alegra.