No me gusta el giro que está dando esta sociedad hacia lo políticamente correcto. Tengo la sensación de que las personas cada vez más dicen lo que la sociedad "creen" que quiere oir y no lo que realmente quieren y necesitan decir. Es una especie de represión en la sombra.

Si la película no la ha dirigido un director alternativo que empezó rodando cortos y saliendo en revistas independientes sólo disponibles en bares de La Latina, ya parte con desventaja. Si no hay planos rodados con cámaras Super 8 en donde salen mimos bielorrusos no tiene fundamento. Si a lo largo de la película se dice la palabra "pedo" o "caca", es un lenguaje soez que hace que baje la calidad de la película.

Veamos quién de nosotros tiene la barba más desaliñada pero cuidada todos los días con suavizante y crema de aloe vera. Hipocresía es nuestra diosa y la falsedad nuestra bandera. Vamos a ver, ¡digamos y votemos lo que en realidad pensamos! ¡Qué más da que a nuestro amigo hipster que es el que más entiende de cine de toda la historia esta película le haya parecido soez y zafia! Si a mí me ha gustado, así lo transmito, así lo reflejo, así lo voto. Honestidad. Transparencia entre lo que se siente, se piensa y se dice.

Secuela. Mala puntuación porque es lo que se lleva. ¡¡¡Cómo voy a puntuar mejor a la 2 que a la 1!!! Sería castigado socialmente por los bienentendidos del cine. Dicho sea de paso el cien es arte, y como tal no tiene reglas. Que algo sea bueno o malo es la percepción que genera en el ser humano que lo contempla. Aquí no hay expertos. No es una ciencia. No es una ingeniería. No hay bueno o malo. Sólo hay sumas y estadísticas de percepciones individuales. ¿Que es lo que pasa? ¿Es que si esto lo firma Haneke, Wes Anderson, Lars Von Trier o Darren Aronofsky ya va a estar prepuntuado al alza? (Dicho sea de paso los 4 a mi juicio han firmado terribles bodrios que debieran haber ido directamente al infierno o a los Razzies)

¡MENTIRA!

Te partes el culo con esta peli. Te meas de risa. ¿No tiene ningún sentido? Y a quién demonios le importa si uno va al cine a reirse, llorar, disfrutar, o en definitiva, a SENTIR.

A mí me parece que la película genera situaciones lo suficientemente ingeniosas y divertidas como para pasar un rato agradable, reirse, disfrutar. Me entretiene. Y eso merece una buena puntuación. A quién demonios le importan las categorías técnicas o trascendentalismo de la cinta. Eso se lo dejo a los críticos y al Festival de San Sebastián. Bastantes problemas tengo yo ya en mi vida como para fijarme en esas cosas.