Sin duda de las mejores series que han pululado por la pantalla. Juego de tronos tiene una ambientación artística y creativa demoledora, que deja en pañales a multitud de películas del género. Sobre todo me apasiona lo detallado de sus decorados, lo bien ambientado y avejentado que está el vestuario, el maquillaje y las dependencias donde se urden todas las tramas, y que hace que te creas lo que estás viendo y no es un desfile carnavalero como pueden ser otras series del mismo género, con princesas de pechos llenos de silicona y peinadas y maquilladas para una gala de max factor. Si además de eso tiene un desarrollo apasionante y muy maduro, unos personajes llenos de carisma y credibilidad, con interpretaciones maravillosas, sólo le queda un mundo de fantasía totalmente cautivador, hermoso y enigmático para convertirse en la serie de culto que ya es. Esto no es cine, es mucho mejor.