¿Dónde está la casa de mi amigo? ¿Dónde está? (la casa del amigo). Antes de responder a esta pregunta, deberíamos plantearnos: ¿qué es la casa de mi amigo? Acaso es el último objetivo vital inalcanzable, la inmortalidad.

Lo cual nos lleva a otra cuestión: ¿cuándo está la casa de mi amigo? no en vano la película nos enfrenta a la dualidad carpintero joven/carpintero viejo, dos maneras de fabricar una puerta contrapuestas y complementarias, pero ambas perecederas y condenadas al fracaso en última instancia, pues sea la puerta de la casa de mi amigo moderna o tradicional, antes hay que encontrarla. ¿Y qué abren las puertas? Evidentemente, la casa de mi amigo, eventualmente.

Pero, ¿por qué la casa de mi amigo está donde está la casa de mi amigo? Está ahí o allí, o aquí, dondequiera que esté, está para recordarnos nuestra propia incapacidad para encontrarla. Una quimera, un sueño, el Santo Grial. Quizás la clave se esconda en el interrogante: ¿cómo es la casa de mi amigo? Sabemos que tiene una puerta verde y está junto a un árbol. Es una invitación a dirigir nuestra mirada a la naturaleza, pues aunque no sepamos dónde está la casa de mi amigo, sabemos dónde está nuestra casa y es de la que nos debemos preocupar.

Entonces, ¿quién es la casa de mi amigo? Esto es algo que siempre hemos sabido y solo hemos de volver los ojos hacia nuestro yo colectivo interior. Al final del camino, encontrar la casa de mi amigo es no encontrarla.

Gustará a: amigos, carpinteros, poetas
No gustará a: niños que no hacen los deberes, abuelos, panaderos