He de decir que el cine de terror no es mi género favorito. A menudo, en mi opinión, está lleno de cansinos tropos, lugares comunes más vistos que el TBO y zarandajas varias. Servidor considera el horror como algo más oscuro, conectado y denso: cosas como HEREDITARY me interesan y atraen mucho más que algo como el largo medio de sustacos que suele producir Jason Blum (ya saben - las pelis de Fire and Forget, no un US).

Dicho esto -- ¿Qué opinión me merece el largo made in Spain que nos ocupa? Pues mi competente en lo técnico, oigan. El personal ha espabilado y las cosas hechas por estos lares de terror se pueden medir en muchos aspectos con muchas made in USA. El cast también está bastrante atinado y el diseño de producción resulta solvente. Pero la historia...

Ah, la historia.

Si el cine comercial es porno, como decía David Mamet en un libro, lo que aquí tenemos es un festival de sexo. Sustos uno tras otro -- puertas que se abren, sonidos altos, portazos y una serie de momentos sobresaltones que recuerdan a algo creado por James Wan (un Conjuring o algo por el estilo --- ya saben - una peli de terror para gente impaciente en la que las casas son de miedo y la gente se comporta como personajes de una historia de miedo), en el que la trama se pone en marcha ya avanzado el último acto.

En fin. Mucho lugar común, mucho intentar hacer ar botes a la gente de la platea y poco más. No es lo mío, oigan.