De verdad que no sé por dónde empezar. Le veo tantas pegas a este largo que me quedo a cuadros. Pero quizá no es eso lo preocupante, sino que tanta gente aplauda como refrescante, divertido e inspirado esto. Si el nivel de algo como el largo que nos ocupa es lo que la masa demanda, entonces tenemos a una masa de espectadores con una edad mental de nueve años.

Y no: no puedo dejar el cerebro en guardarropa antes de entrar en la sala. Lo llevo de fabrica puesto.

¿Pegas? Todas, oiga: diseño de producción manido a la par de hortera (naves espaciales a la moda, gente de colores como aliens al igual que en una serie espacial sindicada de budget justito), villanos sin carisma, aburrido MacGuffin que une a
los héroes (igual que en los Vengadores, señora), aburridas acrobacias volatineras, humor dolorosamente simple y una serie de gimmicks molones que lo solucionan todo evitando que el guionista se devane el cerebro: porque ya no importa los daños colaterales, las alturas, los impactos, matar a un personaje... nada importa. Esto es serial. A los diez minutos, ya se arregló. Deprimente.

Cine sin daño, sin verdadero conflicto, hecho con el cruel, inhumano, aséptico y mecánico molde de una gran corporación que da hamburguesas de rata a un público idiotizado...

...que encumbra lo que les acaban de ofrecer.

Dios mío.

Si a algo como esto le sumamos, en términos de éxito, que las tortugas ninja lo están petando a la vez que la última (y deleznable) peli de los autobots ha arrasado...

...nos damos cuenta de que no hay esperanza para el cine masivo venido de Hollywood.

Gracias por clavar el último clavo en el ataúd del cine comercial yanqui, Marvel.

Por cierto, fans del film: SUPERHÉROE es una palabra compuesta. Aprendan a escribir , pardiez.

(Suspiro)