Primero de todo: mencionar que vi la película en una sala de cine totalmente vacía. Vamos, que estaba yo solo. Algo que invita a la depresión. ¿Tiene futuro el cine? ¿Le quedan dos telediarios? ¿Es todo cosa mía?

En fin. Basta de digresiones. A lo que vamos:

El film podría dar más de sí. Se toca el tema del bullying (ya estamos denunciando...), se conecta al alienado protagonista con el mundo de los videojuegos (aunque el creador del film tiene la inteligencia de no convertirlos en chivo expiatorio), se añaden unos cuantos lugares comunes (sí, la historia tiene parte de verdad, pero hay mucho efectismo), se salpimenta todo con un voz en off y estilo visual nerviosillo, se hacen trampas con el guión...