"Eliminado", su primera parte, llegó en 2014 siendo un slasher found footage que transcurría íntegramente en la pantalla de un ordenador. Un grupo de adolescentes se reunía frente a la pantalla y la cosa se iba torciendo. En "Eliminado: Dark Web" tenemos la misma idea. Un "copiar-pegar" de libro, quitando el componente sobrenatural de la primera parte, y sustituyéndolo por el turbio mundo de la "internet profunda", esas páginas que no aparecen en los buscadores tradicionales y hay que usar ciertas herramientas para llegar a ellas.

El protagonista, Matias O'Brien, hurta un portátil de objetos perdidos con material sensible y de nuevo, una llamada multinvitado de Skype se va torciendo cuando alguien, contacta con él alegando que le ha robado el ordenador [...].
El factor sorpresa con respecto a la primera parte se pierde, y el esquema es el mismo. Se sustituyen algunas cosas, y de nuevo el mismo film.

Esperaba algo más de esta secuela, manteniendo la esencia y aportando cosas nuevas. Pero resulta ser más de lo mismo. Como ver un Thriller que ya has visto hace poco y sabes el final, el interés decae en picado. El hecho de sustituir el componente sobrenatural por algo realista, estaría bien si esto no hiciese volver al metraje más confuso y enrevesado, siendo un guión plano que tampoco era necesario complicarlo más.

Para completar la saga siendo un ejercicio más torpe. Me quedo con la original.