Clásico de clásicos de Disney y una de las historias más queridas. Creo que todos los presentes hemos visto esta película en algún momento de nuestra vida y aquí no puede haber (la cansina y sin sentido) discusión por el doblaje; todos la vimos en riguroso acento latino.
Cuando te reencuentras 20 años después con una película de tu infancia, recuerdas diálogos, momentos y sigues con el mismo viaje psicodélico de Alicia, es que algo hizo bien.

Mentiría si dijese que a día de hoy este film no entretiene y la comprendes mucho mejor que aquellas tardes donde la veías en VHS (¡Grabada de televisión!). Alicia no es la clásica princesa Disney, la verdad que nunca me pareció de las mejores, no así la historia o incluso, los secundarios. Cómo olvidar al conejo blanco, el sombrerero loco, el gato risón, la reina de corazones... demasiadas memorias colectivas se quedaron para siempre en nuestro subconsciente. El guión se esfuma para darnos paso a un viaje único donde cada personaje es más pintoresco (y siniestro) que el anterior mientras Alicia trata de volver a su mundo. La atmósfera junto al dibujo es toda una proeza y más para la época.

Alicia siempre será un nombre mágico gracias a esta película y creo que eso lo dice todo. Sigamos disfrutando generación tras generación de esta obra imperdible. "Aquí todos estamos locos".