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España España · Madrid
Voto de chechu:
5
Drama Bilbao, años 80. Un Comandante de la Guardia Civil descubre que su hijo Paco de 17 años, que espera que ingrese en la Academia Militar, es heroinómano. Urko, el mejor amigo de Paco e hijo de un dirigente abertzale, también es heroinómano. En un momento dado, Paco huye de casa llevándose una pistola de su padre. Mientras el Comandante inicia la búsqueda de su hijo acompañado del padre de Urko, empieza a descubrir un mundo desconocido y ... [+]
13 de enero de 2013
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eloy de la Iglesia quiso en un primer momento criticar la eterna separación de las dos españas contandonos la historia de amor homosexual entre un dirigente aberchale y un comandante de la guardia civil. Sin embargo, dada la dificil situación política de la época, le aconsejaron cambiar el argumento. No sabremos si el cambio de argumento fue positivo o no, pero le permitió mostrarnos con una enorme crudeza los efectos de la drogadicción en la sociedad juvenil de mediados de los 80.

Paco y Urko son dos amigos cualesquiera si no fuera por dos circunstancias. Una, son hijos de un comandante de la guardia civil y un dirigietne aberchale respectivamente. Dos, son heroinómanos. Esa última circunstancia obligará a sus padres a limar sus asperezas ideológicas y unirse para luchar juntos contra el drama de sus hijos.

Esta película encuadrada dentro del llamado género quinqui, películas ambientadas en la juventud marginal de los años ochenta, supuso una auténtica revolución dados los temas que trata. Primeramente, habla con bastante crudeza y conocimiento de los que es la droga y sus problemas derivados. Seguidamente, critica con dureza el régimen franquista y la homofobia. Sin embargo, el querer mezclar el tema político y el drama del narcotráfico por igual hace que termine por no centrarse en ninguno de los dos. Por el resto, indicar que es una película rodada sin ningún tipo de complicaciones.

Lo más llamativo de la película, tal vez sea el destino que sufrieron sus intérpretes. Eulalia Espinet y José Luis Manzano estuvieron en la cárcel por temas relacionados con la droga y fallecieron jóvenes también por culpa de su adicción a las drogas. Javier García y Pedro Nieva sobrevivieron, pero durante el rodaje se engancharon a las drogas. Por otro lado, es público que su director, Eloy de la Iglesia, era un drogadicto antes y después del rodaje.

El mayor defecto de la película, tal vez sea el poco nivel interpretativo de sus dos jóvenes protagonistas: en ningún momento muestran naturalidad, siendo interpretaciones muy forzadas. En el otro lado de la balanza están unos correctos José Luis Cervino (cuya voz fue doblada), Enrique San Francisco y Luis Iriondo. Destaca especialmente la malograda Eulalia Espinet con una increíble naturalidad y una habilidad extraordinaria para poner el acento argentino, siendo catalana. Como curiosidad, los actores que interpretan al cojo y a su mujer, eran pareja en la vida real.
chechu
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