Una familia de superhéroes se ve obligada a vivir alejada de su labor como defensores de la humanidad. En vez de eso conviven como personas humanas normales que tienen un trabajo común, que van al colegio y alejados de todo estrellato.

Estamos ante una película fuera de lo común, una amalgama de genialidades cinemátográficas. La historia la cuentan unos dibujos animados, cierto; pero no sólo está orientada a los más pequeños de la casa. La verosimilitud de sus tramas, la profundidad de sus personajes, los guiños de humor... todo eso le hace ser una película para toda la familia. De hecho, la película está pensada para que todos los públicos de todas las edades puedan identificarse con ella. Vemos, adolescentes con sus típicos problemas de identidad, vemos cuarentones aburridos de su trabajo y de su situación, vemos abuelillas que quieren ser útiles en la sociedad, y vemos al bebé que es junto con el de la familia Adams el más simpático de la historia del cine.