Si hay algo que a primera vista puede destacar en esta película, es el sorprendente cambio de registro de aquella niña que sorprendiera a todos en la "Familia Adams". La meritoria interpretación del personaje de Miércoles, y su posterior participación en Casper, nos dejó una imagen de Christina Ricci proxima a un mundo esotérico y gótico. La aparente luminosidad inicial de su personaje en ésta, hace creer al inocente espectador que al crecer esa niña cambia el lado oscuro de sus personajes por algo más convencional. Sin embargo, conforme nos adentramos en la personalidad de Dedee vemos que aunque su aspecto es más terrenal, su psique no se aleja lo más mínimo de la negrura acidez de la retoña de los Adams.

En frente tenemos una comedia con humor marcadamente negro en donde se nos cuentan las andanzas de una adolescente con grandes capacidades de manipular a todo quisqui que se encuentre con ella. Así, vemos como, tras escaparse de casa, le causa mil y un problemas a su hermanastro. Entre medias de la historia, se intentará hacer una reflexión sobre el sexo en las relaciones de pareja.

Dejando a un lado a la siempre sensacional señorita Ricci, la película no tiene nada más a parte de buenas interpretaciones y alguna que otra frase ácida. Tal vez sea esa apariencia simplona, tal vez sea el abuso de la voz en off, o tal vez sea lo poco creíble del argumento; pero la película no termina de convencer.

En cuanto a las interpretaciones, todas ellas muy sólidas excepto un Lyle Lovett excesivamente acartonado. Volviendo a la protagonsita, en ésta entrena un tipo de personaje que la lanzaría al reconocimiento de la crítica más seria en American Beauty. Si hay algo que destacar de la interpretación de Christina Ricci es la fabulosa percepción y reprodución de la ambigüedad de Dedee.