Luna Nueva es un film en blanco y negro de 1940 del director Howard Hawks. Cary Grant y Rosallind Russell encabezan el magnífico y reconocido reparto.
El guión está basado en la obra de teatro “The front page”, de Ben Hecht y Charles MacArthur que ya ha sido llevada a la pantalla grande en más de una ocasión: “Un gran reportaje” (1931), “Primera Plana” (1974) e “Interferencias” (1988).

La sinopsis es sencilla, a pesar de la compleja trama que posteriormente se desarrolla: Hildy Johnson (R. Russell) reportera del periódico Morning Post anuncia al editor del periódico (y exmarido) Walter Burns (Cary Grant) que abandona el diario para dedicarse a formar una familia junto con su nuevo prometido. Walter hará todo lo posible para retener su partida de la plantilla y de su vida.

La película comienza con un rótulo inicial que nos pone sobre aviso acerca del trato que vamos a visionar concerniente a la profesión periodística en la proyección (claro, los periodistas “de antes” no los “de ahora”, se justifica Hawks):

“Todo esto ocurrió en la época oscura del periodismo, cuando un reportero a la caza de una noticia era capaz hasta de justificar un asesinato. Naturalmente, lo que se ve en esta película no tiene ninguna relación con los periodistas de hoy. ¿Listos? Érase una vez...”

Además de la sátira periodística, podemos observar que trata otros temas relacionados, como la corrupción política.
Quizá otra de las cuestiones que presenta la película, acaso tratada de una manera algo más difícil de entrever, es la “lucha de sexos”, bastante recurrente en todas las comedias de este director. Howard Hawks nos presenta a una mujer moderna que tras el crack del veintinueve comienza a reclamar su puesto en el mundo laboral, lo que lleva al espectador a cuestionarse si el rol de la mujer es hoy prácticamente el de aquellos años; si aun se le exige a ésta elegir entre familia y trabajo o se le obliga a simultanear ambas esperando un resultado óptimo en la oficina al igual que en el hogar.
En la obra de teatro original el personaje interpretado por la actriz era un hombre, por lo que el director arriesgó y (en mi opinión) acertó a la hora de hacer tan importante cambio.

Si algo dañase “Luna nueva” sería la brusquedad de los planos, los violentos cambios dentro de las secuencias que hace que los cortes se noten excesivamente. Aún así, debido a los años en los que se rodó, esto es francamente comprensible, sobre todo si se visualiza en formato de vídeo (¡Dios bendiga el DVD!)

[El SPOILER no desvela el argumento]