Ridley Scott cambió radicalmente de género en esta película, demostrando ser un director polivalente y eficaz, pues técnicamente es perfecta. La música de Jerry Goldsmith acompaña debidamente siempre a la película, al igual que la enorme fotografía.

Lo único que hoy en día puede resultar un poco raro es Tom Cruise, un tanto extraño como hombre del bosque, aunque interpreta bien el papel de héroe.

Tiene todos los rasgos típicos de estos cuentos, con criaturas extrañas, bosques, castillos,… Todos ellos realizados de manera artesanal, lo que hace que sea una película más nostálgica. Se echan de menos hoy en día películas como esta o como “La princesa prometida” o “La historia interminable”, que eran cuentos auténticos, de esos que te hacían soñar, y no comos los que se hacen ahora, películas súper digitalizadas que no son más que simplísimas copias de “El señor de los anillos” pero mucho más estúpidas como “Las crónicas de Narnia” o (ufff) “Eragon”. Además, tanto efecto por ordenador para nada, No hay más que ver al malo de esta película, mucho más increíble, genial y espectacular que cualquier efecto visual de estas peliculillas de medio pelo. Cuanto bien hacia Jim Henson en este género…

Película agradable si te gusta soñar con estos cuentos.