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España España · Barcelona
Voto de Gilbert:
7
Drama En septiembre de 1793, el Comité de Salud Pública, instigado por Robespierre, instaura el "Terror". El hambre reaparece y con ella la revuelta: las cabezas ruedan. Danton regresa a París para oponerse a Robespierre: es el choque entre dos políticos irreconciliables, entre dos fuertes personalidades. La película narra los últimos días de Georges-Jacques Danton: su proceso y su ejecución en la guillotina, junto a sus amigos, por orden del ... [+]
3 de diciembre de 2009
22 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ésta sí es una película de Terror comme il faut. De Terror con mayúsculas, claro. O sea, de la segunda etapa de la Revolución Francesa, cuando los extremistas jacobinos se hicieron con el poder y empezaron a cargarse a tutiplén.

Dentro de esa étapa, el filme se centra en la lucha entre los dos líderes jacobinos, una vez ya se habían cepillado a todos los demás. Danton, el demagogo que instauró lo Tribunales Revolucionarios; y Robespierre, el idealista obcecado que se creía sus proclamas de Virtud, Revolución, República y esas cosas tan estupendas. Naturalmente se cortaban cabezas en nombre de Bien Común, la Democracia, el Pueblo, etc. Vamos lo típico: buenas palabras prometiendo un futuro de felicidad creando un presente infeliz. Al menos Hitler no te engañaba con la vaselina.

Eso sí, se presenta al Danton último, el que se dio cuenta que el Terror no iba a ningún lado. Gerard Depardieu ayuda mucho a este lavado de cara. Aunque llega un momento en que la película no es tan complaciente con él. A Robespierre ciertamente lo caricaturizan algo, supongo que por eso sentó tan mal esta película a la izquierda francesa en los 80. Pero no hay que olvidar el nombre del director: Wajda es polaco, y hacía un paralelismo profético con la situación en su país. De ahí que. pese a lo anunciado, finalmente no se estrenase en Polonia el filme hasta que cayó el régimen.

Es algo desigual, yendo de menos a más, y con algunas referencias irónicas difíciles de captar a simple vista, como lo del cuadro "La muerte de Marat" o lo del Ser Supremo. Eso sí, hay algunas escenas buenísimas.

Uno de los aciertos es la banda sonora. Es de película típica de terror, con minúscula. Y le va como anillo al dedo, o mejor dicho, como cuchilla al cuello.
Gilbert
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