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Voto de KlingonCome:
6
Terror En 1979, un grupo de jóvenes cineastas se propusieron hacer una película para adultos en la zona rural de Texas, pero cuando sus anfitriones solitarios y ancianos los atrapan en el acto, el elenco pronto se encuentra en una lucha desesperada por sus vidas.
16 de abril de 2022
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizá este sea el mayor logro del director de bajo presupuesto Ti West. Bueno, no, antes está The Sacrament (2013), pero vamos entonces por su segunda mejor película. Estamos a finales de los 70 del siglo pasado y un reducido equipo de cineastas y actores se trasladan a una zona rural para rodar una película porno "de autor". Los dueños de la casa donde se alojan son una pareja de ancianos en apariencia inofensivos, cosa que no tardará en cambiar.

Sabido es que a este director le gusta recrear épocas pasadas, formando parte de esa nueva ola de cine de aire retro junto a nombres como Adam Wingard y Joe Begos. En esta ocasión no se trata tanto de homenajear la estética de los 70 como de sumergirnos de lleno en ella. Tanto las caracterizaciones como los escenarios están muy cuidados, no hay pero que poner en ese aspecto. La historia, como suele suceder, es lo que más sufre, cosa habitual cuando el apartado estético recibe tanto mimo. El rodaje porno es apenas un pretexto de fondo para zambullirnos en la trama real, siendo que el grupete de adolescentes calentorros habitual hubiera dado el mismo juego. Hay escenas que solo existen y se alargan para mostrar gore gratuito propio de slasher barato, y para cumplir con las convenciones habituales del género, por manidas y sobreusadas que estén. Siempre es de lamentar que el guión se supedite a la víscera visual.

Se intenta dotar al film de cierta carga emocional, referida a lo que supone vivir en un estado permanente de represión sexual y las consecuencias psicológicas que conlleva. No es que estemos ante el descubrimiento del fuego, pero al menos se intenta ir más allá de solo muertes y sangre. Acerca de esto, parece que tratan de dar algo de dibujo a los personajes, pero a la hora de la verdad caen como moscas igual que en cualquier otro slasher. Adultos hechos y derechos incapaces de defenderse de unos nonagenarios. Sería cosa de las drogas de los 70. O de las que toma West, escritor, productor y director de la cinta. Pese a todo, y a que le podrían haber quitado media hora sin mayor problema, se ha dejado ver con la suficiente curiosidad.
KlingonCome
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