Comedia que circula entre lo estúpido y lo descacharrante sin descollar en ninguna faceta. Dos cuarentones con síndrome de Peter Pan viven cada uno a costa de su respectivo progenitor. Cuando éstos últimos se casan, las dos garrapatas, acostumbradas a actuar a su antojo, se ven obligadas a convivir y a competir por el espacio vital.

Es todo absurdo en esta película, siendo lo principal las excentricidades que cada padre se ve obligado a soportar de sus insufribles hijos. Pronto nos damos cuenta de que no estamos ante un relato que busque verosimilitud, sino hacer desfilar una serie de gags cómicos entre lo chabacano y los surrealista.

El humor grosero de los Farrelly se une la habitual zafiedad de Apatow, pero sin llegar a cotas especialmente desagradables. Los amantes de la comedia sutil mejor deberían abstenerse. Si no soportas a Will Ferrel también. Hay buen potencial cómico pero sólo se explota a ratos, no hay material para soportar hora y tres cuartos.