No puedo decir que haya sido una pérdida de tiempo, pero sí que que esta película es un quiero y no puedo en cuando al arranque de las situaciones de tensión. Un par de amigos se van de caza a la Escocia profunda y la noche antes se ponen las botas de alcohol. Durante la jornada de caza pasa lo que tiene que pasar: la cagan.

Tomando como referente la mítica Deliverance, nos propone un juego de suspicacias que debería derivar en un crescendo de los de agarrarse a la silla de la angustia, pero en ese plano fracasa, no logra crear esa tensión. Quizá porque en realidad no propone nada nuevo, y lo que vemos en pantalla nos suena y ya sabemos cómo suele finalizar una película de estas, concebida como malrrollera.

Se salvan la puesta en escena y las interpretaciones, y aunque se pueden hacer lecturas y extraer debate también deja cierto poso de indiferencia.