No podemos esperar mucho esta adaptación de "El señor de las moscas", versión young adult out of space. Una nave espacial parte hacia un planeta habitable recién descubierto ya que el ser humano no puede prosperar en la Tierra. Lo malo es que, dada la duración del viaje, no será la generación que la tripula la que colonice el nuevo mundo, sino los descendientes de sus descendientes.

Pues sí, es tanto una revisión de la novela de William Golding como un análisis sobre diferentes sistemas de gobierno, cosa que paso al espoiler por si supone desvelar parte de la trama. No hace grandes revelaciones sobre la naturaleza humana y es muy poco arriesgada en lo visual. La puesta en escena es gélida y no se hacen apenas concesiones en lo tocante al sexo y la violencia, temas troncales del argumento. Parece mentira que siendo tan importantes en lo que se nos cuenta se haya eludido toda representación gráfica, lo que convierte a "Voyagers" en un producto apto para emitir en la sobremesa de un domingo. Le dan esto a Paul Verhoeven y la sangre y los fluidos corporales nos hubieran salpicado hasta la camisa, lo cual hubiese sido mucho más divertido.

El malote la verdad, para ser alguien a quien se le supone fuerza para convencer a las masas no es que sea muy carismático. Y a demás tampoco es listo, poniéndose como un loco a disparar un arma de tremenda potencia de fuego en el interior de una nave espacial, sin aparente miedo a perforar el casco. La estética muy de producto juvenil (el director es el que nos trajo la saga "Divergente"), al igual que el reparto, actores jóvenes de expresión lánguida, y el pobre Colin Farrel aceptando, en apariencia, lo poco que le van ofreciendo. Todo va tan deprisa que no hay tiempo para aburrirse, pero sucede de manera tan forzada que tampoco hace que te la puedas tomar demasiado en serio.